La obra ganadora del Premio Planeta 2019, escrita por Javier Cercas, es una novela negra al uso, donde el personaje principal es un policía de oscuro pasado que intenta buscar su lugar en el mundo (un esquema muy manido). Nuestro protagonista, Melchor Marín, cree haberlo encontrado en la Terra Alta, una zona de Tarragona, muy castigada durante la Guerra Civil Española.
Retirado en el pequeño pueblo de Gandesa cree que allí no puede ocurrir nada, pero la muerte bajo tortura de los propietarios de Gráficas Adell, trastoca su idílico retiro, poniendo en peligro incluso la vida de los que más quiere, a su esposa, la bibliotecaria del pueblo (bonito guiño a los bibliotecarios) y a su hija Cosette.
Un poco cansada de tanta novela negra, me ha costado terminarla, aunque reconozco su mérito literario por la forma en la que escribe; no tanto por la historia rocambolesca del personaje que pasa de estar preso a policía, en una sucesión de acontecimientos que no se entiende muy bien, obsesionado por la muerte de su madre y que aplica su propia venganza sobre los maltratadores.
Una lectura de verano, sin más.
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