Vlad

21 de mayo de 2017

"Tierra sin hombres" de Inma Chacón

El pasado 4 de abril contamos con la presencia en la Biblioteca de la escritora extremeña, afincada en Madrid, Inma Chacón, gracias a la colaboración del Plan de Fomento de la Lectura de la Junta de Extremadura. Un salón de actos abarrotado acogía la presentación de su última novela "Tierra sin hombres", ambientada en la Galicia de principios de siglo XX, azotada por la emigración a América, que dejaba las aldeas gallegas llenas de "viudas de vivos", en palabras de Rosalía de Castro; mujeres cuyos maridos partían a América a buscar un porvenir y una vida mejor pero dejando atrás a esposas e hijos que vivían como viudas y huérfanos, sin la figura del esposo o del padre.

Siempre es interesante conocer a los autores que uno lee, para conocer de dónde vienen las historias, como se forjan las tramas, cómo se hace la labor de documentación (tan importante para Inma Chacón ya que es profesora de la materia en la Universidad de Madrid). 

Pero ante todo, te permiten conectar con el estilo y eso... no ha ocurrido en mi caso. Fui a ver la presentación sin haber leído el libro, con lo cual las expectativas creadas a la hora de leer la novela eran muchas y la verdad, que se han visto un poco frustradas.

Lo primero, por el ritmo de la novela, lento, excesivamente descriptivo y luego por la trama, cuando algo podía ir mal, iba peor. Era muy desasosegante, tanto sufrimiento, tanto rencor, tantas mentiras...

En fin, que me gustó mucho escuchar a Inma Chaón pero no tanto su novela.

8 de mayo de 2017

"La máquina de hacer españoles" de Valter Hugo Mae


El pasado miércoles reímos y lloramos con la obra del desconocido autor portugués Valter Hugo Mae, que a pesar de su juventud, nos ha sorprendido con una novela tan cercana a la vejez, a la soledad y a la muerte. Releída, y compartida, con motivo de su presentación en el club de lectura, me ha permitido ahondar aún más en esta gran novela  que nos acerca con gran maestría a los últimos años de aquellos que "esperan" en las residencias de ancianos.

Profundas reflexiones sobre la vida y la muerte, la amistad, la enfermedad, el humor, el sentimiento de culpa, la añoranza de los que ya no están, la religión, el fascismo ... jalonan este relato. Todo ello con un gran toque de ironía que le sirve al autor para acercarse a las experiencias más amargas de ese puñado de personajes fantásticos de "la residencia de la feliz edad" (ese nombre lo dice todo).

Por retratar algo tan profundo y tan cercano como la ancianidad y la muerte, ha tocado especialmente a aquellos que cuidan de sus mayores o que desgraciadamente los han perdido.

Pero todo ello con un mensaje final: la vida hay que vivirla, que no nos pase como a su protagonista que sólo al final de su vida encuentra la amistad y la ternura de los buenos amigos. Que lleguemos al final habiendo amado, vivido, viajado, reído y disfrutado con los que tenemos cerca.


Feliz lectura