"Canción de despedida" de Elisenda Hernández Janés

Cuando tres amigas deciden emprender un viaje para encontrar a Marga, que desapareció de sus vidas repentinamente hace ya más de 15 años, no podían imaginar la vuelta al pasado que emprendían. Un viaje no solo hacia sus recuerdos sino también hacia las mujeres que eran, su alegría, sus proyectos de futuro, su LIBERTAD para constatar en qué se han convertido. Una de ellas está atrapada en un matrimonio con hijos extenuante. Otra está enferma y sólo quiere recuperar su alegría; y una tercera, que va dando tumbos por la vida sin encontrar su rumbo.

Un viaje al pasado para constatar que no podemos reconstruir lo que fue, que la vida nos ha hecho personas distintas que tienen que encontrar su lugar en el mundo.

XLII Premio de Novela Felipe Trigo.

"El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes" de Tatiana Tibuleac

Desgarrador relato de Aleksy, un adolescente que recuerda el último verano que pasó con su madre. Un relato en el que se mezclan el rencor y el odio por la madre que lo abandonó, que lo mandó a un horrible internado, que no le ofreció una familia estable y cariñosa como espera cualquier niño. Su propia inestabilidad mental y emocional lo arrastran hacia un estado de permanente angustia, donde el odio y el miedo a volver a ser abandonado vertebran el relato.

Una novela muy cruda sobre la familia y el amor no recibido.

"No te veré morir" de Antonio Muñoz Molina

Cuando en el final de la vida dos amores de juventud se buscan para recordar e intentar imaginar lo que pudo ser y no fue, salen a flote recuerdos, besos, caricias, miradas ... de un pasado que es eso, pasado, y de unas vidas, las suyas que tampoco volverán jamás. Nostalgia de un amor y de dos vidas pasadas que no pueden recrearse cuando un océano de vivencias las separan sin remedio.

Aclamado como uno de los mejores libros del año, llegó a mis manos esta novela de maravillosa prosa, como no podía ser de otra manera, viniendo de la firma que la rubrica, pero de espesa lectura a ratos. Enfrentarse a capítulos enteros de texto sin puntos se me hizo bastante cuesta arriba. Pero Muñoz Molina siempre merece la pena.