Vlad

20 de febrero de 2011

La guerra vista desde los ojos de un niño


La semana pasada en la Gala de los Goya la gran triunfadora de la noche fue la película "Pa negre" del catalán Agustí Villaronga. Es la Cataluña de la posguerra vista desde los ojos de un niño. Yo todavía no he tenido oportunidad de verla aquí en Cáceres; pero sí he leido dos libros que encajan muy bien en este escenario.

Uno de ellos es la novela autobiográfica de Helga Schneider "No hay cielo sobre Berlín". La autora narra su infancia en Berlín durante los bombardeos aliados sobre la ciudad. Abandonada por su madre y con un padre ausente que lucha en el frente (enrolado a la fuerza) queda al cargo de una tía que sólo ve en ella un estorbo para poder salvarse a sí misma. La novela nos trae el horror de la guerra desde un lado que nunca se había contado, desde el sufrimiento del pueblo alemán. La inocencia de una niña de 8 años que ve destruida su escuela y su casa por una guerra que han provocado los adultos y que a ella la arrastra inexorablemente hacia la miseria, el hambre, la horfandad impuesta ... y hacia una inmensa soledad. En el sótano de una casa de vecinos salen a relucir lo mejor y lo peor del ser humano, la solidaridad y la dignidad frente al egoismo y la degradación absoluta. Las bombas aliadas cruzan el cielo de Berlín incansablemente y cuando por fin callan las tropas rusas avanzan "liberando" la ciudad... robando lo poco que había quedado y violando a sus mujeres.

Ésta es su realidad ; no justifica ni cuestiona, sólo narra su infancia robada y la certeza de que ya nunca habrá para ella cielo sobre Berlín.

La otra obra que me gustaría presentaros es un cómic dirigido a chicos y chicas a partir de los 14 años que cuenta el horror de la Segunda Guerra Mundial a través del personaje de una abuela que le cuenta a su nieto americano su pasado. Está avalada por la fundación Casa de Anna Frank y el Museo de Historia Judía de Amsterdam. La obra se llama "La búsqueda" de Eric Heuvel, Ruud van der Rol y Lies Schippers, publicada por la editorial La Osa Menor, 2010.

El cómic no cuenta una historieta, no son sólo coloridas viñetas; es la historia real de una joven judía que ve desmoronarse su mundo bajo la peor forma de crueldad que ha conocido la historia.
Se puede manejar como material de estudio con chavales porque además es un lenguaje que ellos ven muy cercano; pero sin perder de vista que esta historia es la historia de millones de judíos.

Autoayuda

"Hay personas que leen libros de autoyuda y otras que nos autoayudamos leyendo libros". Esta frase de Maruja Torres la recogí hace varios años en el dominical de El País y durante un tiempo la tuve puesta en mi estantería de trabajo. Todo aquel que venía a verme o a charlar conmigo se quedaba sorprendido con esta afirmación y acababan dándome la razón.

Yo nunca he sido consumidora de libros de autoayuda. Unas amigas bienintencionadas me regalaron hace un par de cumpleaños un libro titulado "Paz interior para mujeres muy ocupadas" de Joan Borysenko, una oncóloga americana de éxito que tras triunfar en su profesión se ha convertido en "una de las comunicadoras más populares en los campos de la curación y la espiritualidad". Comencé a leerlo con verdadero interés para intentar desentrañar qué era lo que hacía que millones de personas en el mundo se lanzarán a leer con pasión libros que te prometen la felicidad, la paz interior, cultivar el equiilibrio ... y yo, la verdad, no la encontré.

En este mundo convulso y estresado, que mide el éxito de las personas por lo que tienen y no por lo que son, donde hemos desterrado todo atisbo de espiritualidad que huela a religión y a dogma, sin embargo cada vez hay más gente que busca aquellos valores que le ayuden a vertebrar su vida. Y entonces empiezan a hablar de encontrarse a sí mismo, la paz interior, de cuidar a los que tenemos a nuestro lado, de la bondad del ser humano... Es decir una verdadera ÉTICA del ser humano disfrazada de psicología barata. Llamemos a las cosas por su nombre y si de verdad queremos autoayudarnos vayamos a los libros y las obras de los grandes pensadores, de los hombres y mujeres de bien, de los testimonios de aquellos que han hecho cosas grandes a favor de la humanidad y dejémonos de parlanchines de feria.

Valga esta reflexión para tener otro motivo más para acercarnos a los libros.

15 de febrero de 2011

Mujer, joven y universitaria

Éste es el lector tipo en España, según los datos de CEDRO sobre los hábitos de lectura en España a lo largo del año 2010. De nuevo las mujeres, jóvenes y universitarias (o sea, yo misma) nos colocamos como las grandes consumidoras de literatura. Según el estudio, las mujeres leemos más, leemos más ficción que los hombres, leemos menos en digital (ellos nos ganan por la lectura de prensa digital) y somos fieles a nuestros escritores y escritoras de éxito.

No me ha sorprendido ver en estadísticas algo que vemos a diario en la biblioteca: las mujeres leen más, participan más en los clubes de lectura, en los talleres de creación literaria, acuden a las conferencias de sus autores favoritos y en general tienen una vida cultural-social más rica. A veces me sorprende que en una ciudad pequeña como Cáceres parece que somos siempre los mismos los que acudimos a los mismos actos culturales. Las mujeres llenan los teatros, los conciertos de música, los ciclos de conferencias, las asociaciones y los ateneos. Quizás la inquietud por participar en la vidad social y cultural, el disfrute del tiempo libre cuando se han liberado de cargas familiares más acuciantes.. hace que acudan con auténtica veneración a las actividades culturales. Y entre ellas la lectura ocupa un lugar prioritario.

Por eso no nos sorprende que en nuestras estadísticas de la biblioteca siempre aparezcan las mujeres como las mayores usuarias del servicio de préstamo. Autoras como Julia Navarro, Matilde Asensi, Isabel Allende, María Dueñas ... tienen una ejército de fieles seguidoras que van con ellas en cada nueva aventura litraria.




¿Y qué decir de las escritoras francesas?. Katherine Pancol con "Los ojos amarillos de los cocodrilos" y "El vals lento de las tortugas" ; Anna Gavalda con "Juntos nada más" ; Muriel Barbey con "La elegancia del erizo" ... nos han regalado alguna de las novelas más frescas, optimistas y positivas de los últimos años.

Merece la pena acercarse a estas novelas que tratan sobre la amistad, sobre personajes que se salvan unos a otros, que les une el amor a la literatura desde un oscuro cuartucho de portera y de los que reconstruyen su propia vida creando un mundo de fantasía e ilusión para poder huir de su propia realidad.

Os animo a todos hombres y mujeres, jóvenes y mayores, con estudios o sin estudios a que os acerquéis a ellas y que engrosemos las estadísticas de aquellos que gracias a la literatura tenemos una ventana abierta al mundo. ¡Qué disfrutéis!


6 de febrero de 2011

Reino Unido se moviliza para salvar sus bibliotecas

Según informaciones recogidas por el periódico El País del 5 de febrero de 2010: las nuevas restricciones del gobierno de David Cameron va a echar el cierre a más de 450 bibliotecas en Inglaterra. Escritores, intelectuales, artistas, estudiantes ... se van a unir a la campaña Save our libraries day (Salvemos nuestras bibliotecas), con sesiones de lectura y encuentros con autores. El bautizado como "carnaval de la resistencia" ha sido coordinado principalmente a través de Internet y de redes sociales como Facebook o Twitter, ante el clamor por la clausura de unas instituciones que en muchas localidades son, además de proveedores de libros y promotores de la lectura, uno de los principales ejes de la vida social.

Hace ya unas semanas saltó la noticia de que en un pequeño pueblo de Inglaterra todos sus habitantes se habían unido para evitar el cierre de su biblioteca. Para demostrar la importancia de su actividad cultural en la localidad había retirado del préstamo el máximo de libros permitidos por lector hasta conseguir retirar de las estanterías algo más de 40.000 ejemplares y dejarlas vacías. Era una forma de demostrar a las autoridades que la biblioteca aún estaba viva.

Parece que no todas van a tener la misma suerte, si alguien no lo remedia. Es asombroso además, uno de los argumentos que utiliza el gobierno inglés. Las bibliotecas, a partir de ahora, pueden ser atendidas por voluntarios y organizaciones de beneficencia. ¡INCREÍBLE!. A nadie se le ocurriría pensar en que unos buenos ciudadanos voluntarios nos atiendan en el banco, nos operen de amígdalas, nos construyan un puente o nos hagan la renta. Entonces ¿por qué para trabajar en las bibliotecas vale cualquiera?. Sufrimos el estigma desde hace muchos años de que el trabajo en la biblioteca es colocar unos libros en las estanterías y poco más. Pues no, señores. Estudiamos 3 ó 5 años de carrera universitaria, aprobamos unas oposiciones, estamos en formación permanente en teconologías de la información y convertimos nuestras bibliotecas en centros de información, formación, aseguramos el acceso gratuito a la cultura y nos convertimos en ejes fundamentales de acción dentro de la comunidad a la que servimos. Ya ven, no vale cualquiera.

Seguro que algún otro bibliotecario le suena esta situación. Viene alguién conocido, algún particular o incluso de algún colegio o alguna institución y te pide que le des unas nociones básicas para organizar su biblioteca, así, en un rato. Es como si yo voy a un astrofísico y le digo que en un rato, en una charla de café, me explique el origen del universo, por tener unas nociones, vamos.

Reivindiquemos nuestra profesión, defendamos nuestra capacidad de trabajo y hagamos de nuestras bibliotecas lugares imprescindibles dentro de la comunidad como lugares de encuentro con la cultura.

¡Save our libraries day!