Vlad

20 de enero de 2019

"Teatro" de Don Delillo

El autor estadounidense Don Delillo es considerado como uno de los grandes de la literatura en lengua inglesa, junto a Philip Roth o Cormac McCarthy, y eterno candidato al Nobel. Seix Barral publicó en el año 2011 un volumen que recogía sus tres obras de teatro y dos pequeñas obras de microteatro. 

La crítica especializada considera las obras como "representantes del teatro del absurdo..., con un firme pulso literario y escénico...., que crea mundos complejos e inverosímiles, desconcertantes, teatro genuino ....".

Me he limitado a transcribir algunas de las críticas vertidas sobre el libro porque mi experiencia personal ha sido totalmente opuesta. El libro recoge cinco obras de teatro sin relación entre sí y cuyo único hilo conductor es ese absurdo del que hablan, ponerte delante de situaciones inverosímiles de la vida real, donde la frontera entre la locura y la cordura es indefinida, donde los locos parecen cuerdos y los cuerdos parecen locos.

Si se analiza el espacio teatral el autor nos ofrece muy pocos elementos, apenas una habitación con muy pocos objetos, donde la palabra y el delirio son protagonistas.

Y como ya somos mayores, como dice un compañero del club de lectura, me siento con la total libertad de afirmar que no me ha gustado nada. Me ha costado terminarlo y desde luego no es para unas vacaciones. Uffff.

14 de enero de 2019

Vlad

Queridos seguidores, os presento a Vladimir, Vlad para los amigos. Es mi pequeño "lector vampiro" realizado por mi amiga y compañera Montaña Galán, que es una gran artista. A partir de ahora velará mis lecturas, mis sueños... y quizás también mis pesadillas. 

Y ocupará un lugar importante en mis estanterías y en mi corazón. ¡Muchas gracias, Montaña!

"Sabotaje" de Arturo Pérez Reverte


Tercera y última parte de la saga de Falcó, de Arturo Pérez Reverte. En esta ocasión Falcó se traslada al París de 1937, un París que vive la alegría de los cabarets, de los bohemios, los artistas, los pintores, los nuevos ricos... pero también nido de espías, agentes dobles, republicanos exiliados, fascistas arrogantes y complots de todo tipo.

Es enviado a París por el almirante con una doble misión, deshacerse de un importante líder de la resistencia republicana y sabotear el Guernica de Picasso, que va a ser expuesto en el pabellón español de la República en la Exposición Internacional.

Nuestro espía favorito se está volviendo cada vez más mordaz e inteligente. Consciente del devenir que le espera a Europa con el ascenso del fascismo sabe arrimarse al mejor postor, jugando a todos los palos con una sagacidad que le permite salir airoso en casi todas las ocasiones aunque, eso sí, dejando víctimas por el camino.

Y si todo ello lo puede rematar con unos buenos revolcones con las mujeres más interesantes que se cruzan en su camino, podemos decir que es todo un campeón de la vida.

El Almirante también goza de mi simpatía (literaria, por supuesto) y sus apariciones, aunque esporádicas, están cargadas de humor del bueno, del gallego, ... carallo.

Esperemos que esta no sea la última aventura de este antihéroe que tan buenos ratos nos está haciendo pasar. Me alegro de haberme reconciliado con Pérez Reverte hace tiempo; no me lo habría perdonado.