Una noche de viernes, en un piso de estudiantes de Lyon, cuando los amigos se están preparando para una velada de fiesta, se produce una explosión en el edificio y todo salta por los aires. Paul, un estudiante español de Bellas Artes, es el único superviviente.
A partir de ese momento se suceden los relatos de los protagonistas implicados, el propio Paul pero también los padres de aquellos otros jóvenes, la mujer del kiosco de la plaza que tanto cariño les había cogido ...
Volver al pasado una y otra vez, intentando encontrar una explicación a tanto horror, "rebobinar" (=rewind) y revivir aquella noche y sufrir por la pérdida de tantos sueños rotos.
El autor nos enfrenta sin pudor al dolor más irracional, sin concesiones, en un relato que no deja respirar y con un final abrupto que, la verdad, me ha dejado un poco chafada.
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