En el Edén de nuestro imaginario encontramos todo aquello que amamos y anhelamos; el primer amor, la belleza de la naturaleza y el fluir del agua que nos da la vida. Esta novela comienza y termina en el Edén particular de Daniel y Tere, aquel que descubrieron juntos una primavera, en el comienzo de su relación, cuando todo era puro y sincero.
Sin embargo la vida les lleva por laberintos tortuosos (como los que hay dibujados al principio de cada capítulo), que les confunden y les hacen perderse. Pero en realidad todos y cada uno de ellos tienes un único fin, volver al Edén.
Daniel tiene una única misión, volver junto a su hijo Silvio al lugar donde surgió el amor, donde fluyen la vida y la esperanza por encima de todo. No es un camino fácil y el protagonista, que narra la historia en tercera persona, recuerda todo aquello que han vivido y que les ha llevado hasta ese momento.
Preciosa novela de José María Merino, elegida como una de las mejoras publicaciones del pasado año 2012. En este caso, las estadísticas no mienten y nos ofrecen una novela conmovedora, desgarrada en muchos momentos pero que nos invita a descubrir nuestro propio Edén, aquello que nos sostiene y nos hace vivir. Ojalá no tengamos que hacer el viaje que tiene que hacer Daniel, pero al final nuestros pasos nos conducen a él, acompañados de las personas que más amamos.
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