Vlad

16 de agosto de 2012

"Como una novela" de Daniel Pennac

He querido reseñar al final de este recorrido por mis libros de verano, este pequeño ensayo en torno a la lectura. Si bien es una obra conocida en el ámbito bibliotecario y para todos aquellos que trabajamos en el fomento de la lectura, ha sido maravilloso encontrarme por fin con esta obra de un profesor francés de literatura que se propone hacer perder el miedo a la lectura y convertirlo en el "placer de leer".

Se da la casualidad que el ejemplar de la biblioteca que he tenido en mis manos estaba subrayado y después de mi enfado inicial no he podido por menos de reconocer que todo él merecería ser anotado, subrayado, destacado con fosforito, hecho eslóganes con sus frases porque en cada breve capítulo nos regala una reflexión maravillosa.

Aquí unas pocas palabras de su inicio: "el verbo leer no soporta el imperativo, aversión que comparte con otros verbos como amar o soñar". Este profesor amante de los libros hace una reflexión magnífica sobre la pasión por leer, el inicio de la lectura en las edades tempranas, el acompañamiento de los padres, la sorpresa, el olvido de los libros y estrategias para que los jóvenes vuelvan a la lectura (me imagino que desde su propia experiencia).

Me quedo con dos reflexiones suyas: la primera es un llamamiento que hace a las "bibliotecarias": "queridas bibliotecarias ... sería bueno oíros contar vuestras novelas favoritas a los visitantes perdidos en el bosque de las lecturas ... Narradoras, sed mágicas y los libros saltarán directamente de sus estantes a las manos del lector".

Y la segunda es una idea que subyace en toda la obra y que me ha hecho reflexionar sobre el sentido último de este blog, que es la necesidad que tenemos de "reflexionar y de explicar" los libros; para el autor, los libros se sienten y se viven, no se lee con el espíritu de analizar un estilo, una narrativa, una sintaxis ... se leen para vivir y recrear lo allí descrito, para vivir otros mundos que no son los nuestros. Es el mismo debate que subyace en torno a la obra de arte, según los críticos, una gran obra de arte no necesita ser explicada, necesita ser vivida y sentida.

El día que seamos tan sensibles como para captar la belleza de las cosas sin que nos las expliquen quizás hayamos alcanzado esa madurez que nos pide Daniel Pennac. Mientras tanto, dejadme que os siga acercando lo poquito que vivo y aprendo con mis libros.

Feliz verano y feliz lectura

1 comentario:

  1. Veo que has estado perdida, pero que no has perdido el tiempo. Y ahora lo que toca es subirlo todo.
    A ver si nos vemos.

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