Vlad

7 de mayo de 2024

"El elogio de las manos" de Jesús Carrasco


Jesús Carrasco disfrutó durante años junto con su familia de una pequeña casa alquilada en Huelva, cerca del mar; una casa que tenía los días contados porque iba a ser derribada. A pesar de esa certidumbre, el autor y su familia se empeñan en hacerla habitable, acogedora, vivida y "vivible", abierta siempre a los amigos. Allí entran en contacto con los lugareños, sus vecinos, y descubren otro modo y otro ritmo de vida.

Y las manos serán el instrumento de transformación de aquel lugar hasta el mismo momento de la despedida.

Como aclara el propio autor en sus entrevistas, la novela quiere ser una metáfora de la propia vida. Sabiendo que tiene un final nos empeñamos en construir, atesorar, arreglar y acumular cosas, cuando todo es perecedero y limitado.

Una bonita reflexión sobre el valor de la familia, el hogar, la amistad, el arraigo y la esperanza de construir algo bello que compartir con los demás. 

"La última función" de Luis Landero

Landero nos regala otra de esas novelas de perdedores tan suyas. Como él mismo reconoce los personajes felices no son interesantes para la literatura, sólo aquellos que viven en la zozobra, en la desgracia, en la tristeza... 

Será por eso que en esta novela los dos protagonistas terminan sus días en un olvidado pueblo castellano, recreando una antigua función popular, como si todo aquello los reconciliara con el mundo que los ha tratado tan mal.

Siempre es un place leer a Landero pero la novela se queda corta, muy corta. No nos dice como termina la función, qué será de sus protagonistas, ni del devenir de aquellos aldeanos. En fin, como dice un compañero "dos flojas y una buena".