Vlad

31 de agosto de 2020

"La única historia" de Julian Barnes


"Todo el mundo tiene su historia de amor. Aunque fuese un fiasco, aunque se quedara en nada y nunca funcionase, aunque de entrada todo hubiera sido puramente mental: no por eso era menos real. Y era la única historia". Así de rotunda se presenta Susan, la mujer de 40 años de la que Paul se ha enamorado. Él, un joven universitario de 19 años, piensa vivir un amor de verano, pasajero, pero lo que surge entre ellos es una verdadera historia, la única historia importante en sus vidas. 

No es un juego de juventud/madurez entre dos amantes a los que les separan 20 años, es una historia real de aquellos que nunca antes han amado de verdad, donde todo es descubrimiento y pasión. Pero la vida, a menudo, tiene planes muy distintos para ellos.

Una novela que invita a la reflexión sobre la naturaleza del amor, del deseo y de la pasión, de lo que hombres y mujeres desde hace miles de años intentan encontrar en sus vidas. Lo único verdaderamente importante.


24 de agosto de 2020

"El orden del día" de Eric Vuillard

En febrero de 1933, 24 hombres, 24 empresarios de las más importantes y reputadas industrias alemanas, se reúnen con Hitler para darle ingentes cantidades de dinero y apoyarle en su ascenso al poder. Los dueños de Opel, Krupp, Siemens, Agfa, Telefunken, Bayer ... no solo le darán su dinero sino que, durante la guerra, utilizarán la mano de obra esclava de los campos de concentración para enriquecerse y crecer aún más.

Meses después de aquel encuentro, la maquinaria nazi comienza los movimientos para "anexionarse" Austria. Goebbels, Göring y el propio Hitler inician las conversaciones con el gobierno austríaco para que firme un tratado que legitime la ocupación del país, sin que parezca una invasión armada. Es el llamado "Anschluss". En aquellas conversaciones, es Göring el que marca "el orden del día". 

El 15 de marzo de 1938 Hitler vocifera desde el balcón del palacio imperial vienés a una turba enfervorecida. Pero el discurso de la historia es otro bien distinto: ha ganado "la jerarquía contra la igualdad y el orden contra la libertad".

Esta novela nos permite acercarnos a los entresijos de una historia que por conocida no deja de sorprender al lector ya que parece la crónica de un corresponsal de guerra, que relata los mercadeos, las falsedades y mentiras que permitieron el ascenso del nazismo hasta el inicio de la II Guerra Mundial. 



17 de agosto de 2020

"El mal de Corcira" de Lorenzo Silva

Hace más de 2400 años, en la isla de Corcira, se desató la lucha entre atenienses y espartanos; una guerra fratricida de consecuencias terribles para la población civil y que dejaría una profunda huella en la historia antigua. Así lo recoge Tucídides en su "Historia de la Guerra del Peloponeso". Y esa será la lectura que inspirará a nuestro querido subteniente Bevilacqua en esta nueva entrega. 

Hasta hace pocos años, otra guerra fratricida se libró en España, entre ETA y el Estado, entre los asesinos de la banda y las cientos de víctimas de un conflicto inmoral, atroz, cruel y sin sentido. Vidas derramadas sin sentido, solo para provocar dolor.

El aparición de un cadáver semidesnudo y apaleado en una playa de Formentera, atrae la atención del equipo de intervención de la UCO, con Bevilacqua a la cabeza. Sin embargo, rastreando en el pasado de la víctima, aparecen los largos tentáculos de ETA. A pesar de los años transcurridos, el subteniente Vila se ve obligado a rememorar sus años en el Servicio de Información en el País Vasco, años duros, donde veían caer a los compañeros en una lucha sin cuartel contra los asesinos de la banda terrorista.

En una entrevista reciente, Lorenzo Silva confesaba que había tenido en la cabeza esta novela durante muchos años, pero solo a raíz de la disolución de la banda y de poder hablar abiertamente con los guardias civiles que vivieron aquellos años, se había atrevido a contar esta historia, llena de amargura, incomprensión y reproches. 

Bevilacqua nunca decepciona.

"Un amor" de Alejandro Palomas

Tierna, divertida, amable, risueña, sensible... así es esta novela de Alejandro Palomas, merecedora del Premio Nadal 2018. Con la buena recomendación de las amigas me he lanzado este verano a leer a este autor, que me dejó un regusto muy amargo con una de sus novelas anteriores, "Un hijo", pero que ha sido toda una explosión de risas y alguna lágrima. 

La protagonista de esta novela es Amalia, una septuagenaria, divorciada hace unos años, cuyo único propósito en la vida es proteger y cuidar a su familia. Su hija mayor Silvia es la voz de la conciencia, la que pone siempre un toque de cordura pero cuyo universo de aparente éxito se está desmoronando porque ha perdido el amor. Su otra hija Emma es lesbiana y es feliz porque ella sí ha encontrado el amor en Magalí, una engimática mujer que le ha devuelto la alegría. Y por último, está Fer, el hombre de la familia, solitario, incapaz de hacer daño a su madre, aunque eso suponga mentirla y engañarla. Y por añadidura, tía Inés, desaparecida de la familia durante varios años y que será el soporte de la "nueva" Amalia.

Pronto va a ser el cumpleaños de Amalia, el mismo día de la boda de Emma. Lo que tenían que ser días felices y dichosos se convierten en una suerte de contratiempos, confusiones, malentendidos y nervios que parecen dar al traste con la felicidad reinante. La mente y las palabras de Amalia crearán situaciones desternillantes que harán temblar a sus hijos.

Sin embargo, el cariño y la ternura se deslizan en las páginas de esta novela donde se aprende que en la vida a veces hay que aprender a "flotar", a dejarse llevar, más que empeñarse en tenerlo todo controlado. 

"Primero la vida. Después un amor".

Por cierto, en esta novela me he encontrado una de las dedicatorias más bonitas de mi vida: "A los bibliotecarios y sobre todo a las bibliotecarias de este país, porque sin su apoyo no habría llegado hasta aquí y porque después de todos estos años de búsqueda por fin he descubierto que cada una de ellas es una pieza del rompecabezas que contiene la imagen de Mary Poppins".