Arrancada de los brazos de sus padres a muy corta edad, no recuerda ni su verdadero nombre, ni su lengua materna. Recuerdos confusos y vagos de una infancia feliz hasta que el primer "amo" se hace con ella. Torturada y ultrajada, pasará de mano en mano de diferentes amos hasta que un diplomático italiano se la lleva a Italia donde comienza una nueva andadura.
Su amistad con la hija de una familia italiana la llevará a ingresar en un convento donde Dios se le revela como la única esperanza de una vida nueva.
Hoy, Santa Josefina Bakhita, es símbolo y esperanza contra la trata de personas, contra el drama de la inmigración, una forma de esclavitud moderna.
Desgarrador relato para espíritus sensibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario