Isabel Allende comienza a escribir sus libros el primer día del año; un ritual que repite desde el origen de los tiempos. Y cada vez consigue arrastrar a sus admiradores hacia hermosas historias de amor y desamor, convirtiéndola en una de las autoras de más éxito en lengua española.
Esta novela es una historia que reúne muchos componentes. Ambientada en la Guerra Civil española, cuenta la historia de amor de Víctor Dalmau y Roser Bruguera, republicanos catalanes, obligados a huir de España hacia aquellos campos del infierno de la costa francesa. Rescatados en el barco Winnipeg, que fletó Pablo Neruda para salvar a los republicanos españoles, llegarán a Chile donde intentarán reconstruir su vida, que será nuevamente convulsionado por el golpe militar de Pinochet. De nuevo el exilio, de nuevo la separación y las lágrimas. ¿Triunfará finalmente el amor?.
Esta gran odisea habría dado juego a una gran novela. Pero me ha sabido a poco; más parece un guión, un esbozo, de lo que podría llegar a ser una gran historia. Esa narración queda de las mujeres de sus novelas, sus reflexiones profundas sobre el alma humana, las relaciones familiares extensas ... quedan apagadas por un relato de hechos convulsos que se suceden con una gran rapidez. Pasan de década a década en pocas páginas. Eso sí, con la misma elegancia que ha caracterizado siempre a Isabel Allende.
En fin, siempre disfruto con el reencuentro con esta escritora pero está muy alejada de aquellas narraciones que tanto me conmovieron hace años. ¡Vuelve Isabel!
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