Os he tenido muy abandonados en las últimas semanas pero he preferido terminar los dos volúmenes de esta obra para poder comentarla ya que es imprescindible su lectura para conocer el desenlace de la historia. ¡Y vaya desenlace!.
Murakami siempre me ha gustado, me fascinan sus mundos imaginarios donde deambulan seres extraños... pero reconozco que cada vez me cuesta más viajar por esos mundos y comprender la profundidad de sus metáforas y sueños. Ya me pasó con su novela "1984" de la cual me negué a leer la segunda y tercera parte. ¡Muy kafkiano todo!. Sin duda, lo que más me gusta de él son los relatos cortos.
En esta magna obra, por su extensión, nos narra la historia de un joven pintor tokiota, en plena crisis matrimonial y artística, que lo abandona todo para encontrar su verdadero yo. Gracias a un amigo de facultad, se retira a la casa de un antiguo pintor japonés, en cuyo desván encontrará una obra misteriosa "La muerte del comendador", inspirada en la ópera de Mozart.
Pero en la búsqueda de su lugar en el mundo entra, sin quererlo, en un mundo paralelo, donde realidad y sueño se confunden, donde los personajes le arrastran hacia una acción heroica para salvarse él y salvar a los demás.
Sin embargo, este juego de realidad / sueño termina con una vuelta a sus comienzos, como si se cerrara un círculo "600 páginas" después de haber empezado. Ni que decir tiene que en los últimos capítulos he practicado la lectura rápida.
Muy recomendable para los admiradores de Murakami. Para los que no lo son tanto, estáis advertidos.
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