Más allá del invierno está la primavera; más allá del frío, la oscuridad y la tristeza están el calor, la luz y la vida de la primavera. También en el corazón de las personas habita a veces el invierno pero con la esperanza de que llegue la primavera con su alegría y su brotes verdes. En esta novela, tres personajes (Richard, Lucía y Evelyn) viven sus propios inviernos, marcados por las pérdidas, la falta de amor, la falta de esperanza, la emigración... Pero un encuentro fortuito provocará que se conozcan y que sus vidas vuelvan a tener primaveras.
Ese encuentro fortuito es lo que me decepciona de esta novela, una historia rocambolesca en torno a un coche accidentado que guarda un terrible secreto en su cajuela (dícese capó en el latinoamérica). Isabel Allende no me suele decepcionar nunca pero en esta ocasión no he podido conectar con la historia. Sin embargo, entiendo el momento vital del que surge ya que Allende estaba viviendo su propio invierno tras la separación del que fue su marido durante muchísimos años y sin embargo, se encontró con la sorpresa de un nuevo amor maduro.
Hoy, día 8 de enero, día fetiche en el cual Allende comienza a escribir todos sus libros, un homenaje a esta mujer que tantos buenos momentos nos ha regalado con sus libros.
Comparto tu opinión. Me gustó, pero no me acabó de llenar por lo rocambolesco.
ResponderEliminarY para mí también tiene muchas lecturas. ¿Por qué no?