August se enfrenta por primera vez en su vida con el colegio. Ha crecido aislado del mundo, protegido entre las paredes de su casa y arropado por brazos amigos. Pero ahora ha llegado el momento de entrar en el instituto y ... sabe que no va a ser fácil. El instituto no es fácil para nadie y menos si tienes una cara desfigurada por una terrible malformación genética que hace que la gente se asuste al verlo, que lance una exclamación o que los niños salgan corriendo a su paso.
Ser diferente no es fácil, la gente es muy cruel y la discapacidad afecta, no sólo al enfermo, sino a todos los que le rodean.
Esta es una novela coral en la que cada personaje de la trama narra en primera persona lo que supone asumir la discapacidad, vivir con la diferencia y sobre todo, luchar por la igualdad en el trato. Así, podemos oir la propia voz de August pero también la de su amigo Frank, la de su hermana Via y su novio Austin, la de su amiga Miranda ...
Pero todos y cada uno de ellos son mejores personas sólo por el hecho de querer y amar a August.
Lección de vida y amistad en torno a la discapacidad, que nos abre los ojos y el corazón para abrazar a aquellos que la sufren y que nos hacen, al fin, mejores personas.
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