Entretenidísima novela histórica de la investigadora María José Rubio, a la que conocía por algunas biografías de reinas españolas que tenemos en la Biblioteca. En esta ocasión, sus amplísimos conocimientos de historia le han servido para hilvanar una muy buena novela, contada desde un lado muy desconocido. El cerrajero real Francisco Barranco, que trabaja bajo el mandato de Fernando VI, es el hombre que tiene acceso a los secretos mejor guardados del reino y que nos desvela en esta novela las intrigas políticas, sociales y "amorosas" de la España del S. XVIII.
Fernando VI ha llegado al trono después de morir su padre. La reina viuda Isabel de Farnesio quiere seguir gobernando y conspirando en la sombra contra su nuera, Bárbara de Braganza, mujer de gran inteligencia y valía. Los secretarios de Estado Carvajal y Ensenada se debaten entre su lealtad a España y sus intereses políticos y personales a favor de sus alianzas con Francia e Inglaterra. Mientras, una España atrasada industrial y económicamente trata de mantener un Imperio, rodeado de las potencias europeas que se pelean por repartírselo.
Y en medio de todas estas intrigas, un humilde cerrajero, Francisco Barranco, vivirá en primera persona el espionaje, la conspiración, las luchas políticas pero también el amor imposible por una noble dama a la que jura amor eterno. Y toda su vida buscará el gran secreto que puede hacerle rico y traer la prosperidad a España; la fórmula para la elaboración del acero.
Es asombroso pensar que todos los personajes que aparecen en la novela son reales, como así lo atestigua el apéndice histórico que incluye la autora al final de la novela. Por supuesto, los reyes, políticos, embajadores, artistas de la época (incluido Farinelli, que vivió en la corte española durante 25 años !!!). Por cierto que el secretario de Estado José de Carvajal y Lancaster nació en Cáceres y todavía existe su palacio familiar. Pero también existieron Francisco Barranco, su esposa, la familia Flores, Bonavía, los actores de teatro .... que con gran maestría va dibujando la autora en su relato.
Yo tengo un cupo de una novela histórica al año, porque no soy especialmente fan de ellas. Pero reconozco que me ha entretenido mucho y he aprendido también mucho, cosa que no me suele ocurrir con otras novelas históricas que se quedan en lo anecdótico.
Otra curiosidad: la novela fue ganadora del Premio de Novela Histórica Ciudad de Cartagena 2012
Muy entretenida y buena lectura de verano
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