Vlad

16 de agosto de 2016

"La chica del tren" de Paula Hawkins

Cuando uno lee novela negra suele sentir simpatía por ese policía o investigador/investigadora abnegado, curioso, con pasado oscuro pero comprometido con la búsqueda de la verdad.

Pero en el caso de Rachel, la protagonista, es imposible sentir empatía por una mujer alcohólica, desequilibrada, borracha, obsesiva, entrometida ... cuyo único objetivo en la vida es sobrevivir. 

Rachel viaja todos los días en tren a Londres, atravesando la pequeña localidad de Witney donde vive su ex-marido, en su ex-casa, con la hija que ella nunca pudo tener. Y desde la ventana, observa también la casa de un idílico matrimonio, Megan y Scott, por los que comienza a sentir cierta simpatía. Sin embargo, todo cambia el día que Megan desaparece. El mismo sábado por la noche en el que Rachel deambula borracha por las calles de Witney siendo testigo de algo que ni ella misma es capaz de recordar. ¿Habrá sido testigo de un asesinato sin saberlo, le conocerá?

Dudas, secretos y mentiras, muchas mentiras, que se irán resolviendo en esta novela de "misterio". 

Lo dicho, sin empatía por la protagonista en una novela que no creo que merezca el bombo que le han dado.

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