Kraken sigue tras la pista de su madre, desaparecida en Venecia junto a otros expertos bibliófilos mientras preparaban una gran exposición. Mientras tanto, en Vitoria aparece muerto en extrañas circunstancias el hombre que iba a confesarle la verdad sobre la muerte de su padre. Al tiempo, su vida privada se desmorona golpeada por el doler y la culpa de las últimas muertes.
Parece que la tragedia se cierne sin descanso sobre el personaje que ya no es tan omnipotente ni omnisciente que al principio, quizás porque ha sido golpeado demasiadas veces por la muerte de sus seres queridos cada vez que resolvía un crimen.
Imprescindible leerlo a continuación del Libro Negro ... si no, no hay quien se aclare con los personajes. Como diría Lorenzo Silva, una novela negra demasiado fantasiosa para creer que el relato sea verosímil.
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