Años más tarde, será su hija Úrsula la que intente averiguar qué pasó con su padre y con su misteriosa herencia. Y para ello le pide ayuda al afamado abogado londinense Mark Wallace, que pondrá todo su empeño en desvelar el misterio.
Muerte, asesinatos, demonios, conspiraciones, libros con un mensaje oculto... demasiados elementos para una novela negra, muy bien hilvanada pero que, en mi opinión, adolece de una trama muy rebuscada.
Como ya he citado en alguna otra ocasión, Lorenzo Silva dice que los crímenes en la vida real son más lineales. Se puede escribir una magnífica novela negra... pero ha de ser creíble, sino se convierte en una fábula.
No hay comentarios:
Publicar un comentario