Considerado como uno de los autores norteamericanos más importantes del momento, hoy me he acercado hasta este autor a través de la novela que es calificada por lo críticos como su obra más personal. De hecho así lo determina el título al referirse a él como "una historia verdadera". Hijo de padres judíos que emigraron a los Estados Unidos a principios del siglo XX, esta novela autobiográfica narra los últimos años de vida de su padre, afectado por una larga enfermedad. Con un lenguaje riquísimo y una narrativa profunda el autor nos sumerge en la dulzura de los recuerdos, en la nostalgia del pasado, en la tradición de la familia judía ... pero también en el acompañamiento de la enfermedad y el sufrimiento. Impresiona acompañarle en el proceso en el que su padre comienza a perder facultades, pierde la independencia de que había gozado toda su vida y que le había convertido en un superviviente. Transmite con enorme dulzura las conversaciones con su padre, al que siente marchar poco a poco y nos ahoga el corazón cuando llega el final.
Nuestros mayores se van haciendo mayores, sus recuerdos nos han acompañado toda la vida (algunos se empeñan en recordárnoslos una y otra vez maravillosamente, con todas las miradas puestas en ellos) y sin embargo sabemos que algún día llegará el momento de despedirnos. Y entonces les devolveremos todo lo que ellos nos han dado a lo largo de la vida. Al leer esta obra me venía a la mente las palabras que pronunció hace unos años el hijo mayor de Adolfo Suárez al poco de conocerse la gravedad de su enfermedad. En aquellas ocasión él dijo más o menos estas palabras: "nuestro padre nos ha cuidado toda la vida y ahora Dios nos da la oportunidad de que nosotros cuidemos de él".
Ojalá llegado el momento seamos capaces de entregarnos con la misma generosidad al cuidado de los que lo han dado todo por nosotros.
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