Vlad

14 de enero de 2011

El futuro digital de las bibliotecas

A raiz de la entrada anterior ha entrado un comentario de un "anónimo" que plantea cuál va a ser el futuro de las bibliotecas cuando todos los contenidos estén en la red, cuando los libros, películas, discos estarán disponibles en versión digital y se van a poder descargar (si no lo remedia la Ley Sinde). Cuál va a ser el papel de las bibliotecas y de los profesionales de la información.

Aunque todavía no son datos oficiales, en las estadísticas de la Biblioteca Pública de Cáceres del año 2010 hemos sufrido una disminución de 23000 préstamos, de los cuales casi 17000 corresponden a préstamos de audiovisuales. Todos creíamos que este año, con la crisis, la gente vendría más a la biblioteca y sin embargo, no ha sido así. Es verdad que el número de préstamos está relacionado con el número de adquisiciones y uno de los indicadores que nos va a tocar estudiar es el de la renovación y actualización de las colecciones. Si no se adquieren documentos nuevos disminuye el número de préstamos. Sin embargo, el dato más significativo es que han disminuido los préstamos de audiovisuales debido (creemos) a las descargas masivas de estos documentos. Hace ya tiempo que en la biblioteca hemos optado por comprar audiovisuales "clásicos", es decir, comprar buenas colecciones de cine europeo, asiático, cine de autor, cine argentino, etc.., porque tenemos claro que no podemos hacer frente al cine comercial. Y lo mismo pasa con los discos.

¿Qué ocurrirá cuando los libros también estén en la red y la gente los pueda descargar, perderemos entonces también a los lectores de libros tradicionales?. Es muy pronto para aventurarse en una afirmación como ésta dada la escasísima incidencia del libro electrónico en España que durante el pasado año 2010 sólo supuso un 1% de las ventas totales del sector; cuando no hay compatibilidad total de formatos, los precios todavía son caros, etc.

En la sociedad "desinformada" de futuro está claro que nuestro papel será de mediadores de la información. En el universo inabarcable de internet tendremos que ser buscadores y facilitadores de información, generando además nuevos productos y servicios. En fin, compañeros, tendremos que estar preparados para el cambio. Nos veremos en el universo virtual. Un saludo a todos

5 comentarios:

  1. Estamos entrando en la nueva era de la biblioteca, la biblioteca del Siglo XXI, estamos siendo testigos de ese cambio, y nos va a costar sudor y lágrimas poder estar al día para poder ofrecer a los usuarios (los que trabajen en bibliotecas) una nueva forma de presentar los documentos. Debemos estar alerta para estar a la altura de las circunstancias y ampliar nuestra formación en nuevas tecnologías, debemos ir con el cambio. Y yo, como tradicionalista que soy, siempre disfrutaré leyendo un buen libro en papel, ese placer no me lo quitará nadie.

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  2. El País hizo un reportaje hace unos meses para saber si la gente prefería el libro impreso o el digital y alguien puso un ejemplo muy clarificador. Hay gente que el buen vino prefiere beberlo en una copa bonita y elegante y hay personas que les da igual el recipiente, lo que les interesa es el contenido. Con los libros creo que va a pasar los mismo, habrá gente que prefiera leerlos en papel, con una buena edición, con una cuidada encuadernación y habrá gente que sólo le interese el contenido y por tanto optarán por el libro digital. Sobre gustos no hay nada escrito.

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  3. Una cuestión similar se planteó con los periódicos, y había mucha gente que hablaba del olor de la tinta, el placer del crujir de las hojas al pasarlas... y yo lanzo la pregunta: por cada minuto que dedico a leer prensa en Internet, ¿cuánto tiempo paso leyendo prensa escrita? En mi caso el desequilibrio en favor de Internet es abrumador.

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  4. Seguro que ya conoces la historia, pero mira lo que he encontrado en El País.

    http://blogs.elpais.com/oppenblog/2011/01/revoluci%C3%B3n-en-la-biblioteca.html#more

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  5. Y no digamos las múltiples utilidades del papel de periódico para limpiar los cristales del coche, envolver las alfombras, los bocadillos de los niños, rellenar los zapatos y los bolsos en el armario, etc... Está claro que si lo que priorizamos es la información, la inmediatez nos la da internet. El papel entonces del informador pasa a ser la de mediador entre la inmensa cantidad de información que circula en la red. Este es el verdadero reto del periodismo on-line.

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