Y lo que comenzó como un enorme interrogante desembocó en un viaje hasta Mongolia acompañando al Papa y en este maravilloso libro donde un Cercas ateo se acerca a la realidad y a la verdad de esa Iglesia pequeña, misionera, que tiende la mano al necesitado sin preguntar ni pedir nada a cambio.
Desde un respeto absoluto hacia las creencias cristianas, algo que se echa muy en falta en algunos intelectuales, Cercas intenta comprender al Vergoglio hombre y al Francisco Papa, con sus luces y sus sombras, pero sobre todo con ese mensaje nuevo de una Iglesia sinodal que tiende sus manos al mundo.
Una lección de humanidad y teología para neófito. MUY RECOMENDABLE.


