
A partir de ese momento comienza a reivindicar su protagonismo ante la ONU, ante la señorita del supermercado ... y el único que descubre su secreto y decide seguirle el juego es su yerno.
Una conmovedora historia de soledad e incomprensión en el mundo de hoy, donde no tenemos tiempo de ocuparnos de nuestros mayores, donde las relaciones familiares están dinamitadas por el estrés, la falta de trabajo y la incertidumbre por el futuro. Una historia también sobre la incomunicación del mundo moderno, donde nos olvidamos de decirnos un te quiero o te echo de menos.
Precioso cómic altamente recomendable para adultos, que nos recuerda lo importante que es mirarnos a los ojos y cuidarnos unos a otros.