Siempre enigmático, la última novela de Murakami me ha dejado muy descolocada. Suele pasarme también con algunas películas, que las veo y tardo varios días en decidir si me ha gustado o no. Eso mismo me ha pasado con este libro. Los mundos imaginarios de Murakami siempre han sido una sorpresa, una revelación, un desafío ... pero "1Q84" roza la paranoia. Mundos paralelos, sectas, violaciones de menores, asesinatos a sueldo ... este es el escenario en el que discurre la novela.
Dos personajes, la joven Aomame (asesina a sueldo) y Tengo (un joven profesor y escritor) se ven envueltos sin saberlo en una trama de sectas y mundos paralelos en los que nunca sabes cuál es la realidad y cuál es la ficción. Es una novela, como menos, muy inquietante que desde luego no deja indiferente pero cuyo trasfondo es tan oscuro y malévolo que no me ha dejado buen sabor de boca.
Con ello no cuestiono los valores literarios de la novela pero sí ese regusto final de desagrado que me deja una historia tan dura y enigmática. Sólo apta para fervorosos seguidores de Murakami.
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