Ya sabéis que no soy muy lectora de novela histórica y cuando elijo una de ellas espero encontrar un poco de aventura, intrigas, romance, conspiraciones .... Sin embargo esta novela no encaja en este prototipo.
La obra de José Luis Corral, relata los últimos meses de vida del médico zaragozano Miguel Servet, descubridor de la circulación sanguínea. Sin embargo, también pasó a la historia por hereje, al oponerse a la Iglesia de Roma y a los Reformadores. Unos y otros inician procesos inquisitoriales contra él y aunque consigue huir de la Inquisición católica, terminará sus días bajo el yugo de los calvinistas en Ginebra, capitaneados por su líder, Juan Calvino.
Es este un libro con mucha teología y mucho discurso, lo que hace que sea un poco lento en la acción. Quizás el aspecto más logrado es la instropección en la figura de Miguel Servet, su humanidad y su pensamiento. Su defensa de la libertad individual y del libre pensamiento le arrastran hacia un final terrible, el de un hombre que prefiere morir antes que aceptar el mandato de Roma o de Calvino.
Me ha resultado un poco tedioso, la verdad
